lunes, 21 de julio de 2014

¡Oh capitán, mi capitán!, por @gunsnmikeroses

Es bien sabido que la relación de amistad que se puede desarrollar entre jugador y periodista es algo que, a ojos del aficionado de a pie, es algo poco agradable de ver. Se considera un acto de traición y de falta de respeto a los compañeros el dedicarse a filtrar lo que pasa dentro del grupo. Pero es algo que está a la orden del día. Los amiguismos van a existir siempre.


No es negativo el hecho de filtrar, sino el hacerlo buscando el beneficio propio por encima del resto, sin importar las consecuencias. Y a eso es a lo que nos tiene acostumbrados Iker Casillas.

Sentado a la derecha de Iker Casillas podemos ver a su gran amigo periodista Fernando Burgos

Nadie duda de la importancia de Iker Casillas en la historia del Real Madrid. Pero como todo en la vida, nada ni nadie es eterno. Todo tiene un final. Y creo que Iker Casillas debe replantearse el suyo como jugador del Real Madrid. Después de 15 años al máximo nivel en el primer equipo, tiene la oportunidad de irse por la puerta grande después de levantar la tan ansiada décima Copa de Europa.

No voy a esconder mi total desacuerdo con la manera de actuar tanto del Iker profesional como del Iker capitán del Real Madrid. Sobre todo desde que un tal José Mourinho decidiera relegarle al banquillo por su bajo rendimiento en detrimento de Antonio Adán y posteriormente de Diego López, hecho que le costaría la mayor campaña de acoso y derribo que yo recuerde a un entrenador.

Desde aquel momento, se creó un movimiento al que yo llamo “Casillismo”. Esta corriente promulgaba la beatificación de Iker Casillas por encima de todo. Debe ser titular porque es él, punto. Bajo la socorrida afirmación: “Iker nos ha hecho campeones de Europa y del Mundo”, justifican cualquier acto del portero madridista. Da igual que se dedique a provocar mandando mensajes a través de terceras personas (periodistas) o mediante las redes sociales cuando no está conforme con su estatus o cree que se está siendo injusto con él. Es intocable, es el yerno de España.

Nadie se imaginaba, cuando se confirmó que el próximo entrenador iba a ser Carlo Ancelotti, al que apodaban “El Pacificador”, que iba a seguir la línea de José Mourinho en cuanto a la portería se refiere. Incluso horas antes de su debut en Liga, los medios daban como titular a Iker por delante de Diego. ¡Qué diablo, incluso yo lo creía!


Aun así, tuvo que ceder y entregarle la titularidad a Iker, tanto en Copa del Rey como en la Champions League. Acto que en su día consideré de cobardía. Sentía que había bajado los brazos ante la presión de prensa y algún sector del madridismo. De hecho, lo dejó ver en alguna rueda de prensa.

Iker Casillas y Villiam Vecchi (entrenador de porteros)

Hoy estamos de camino a otra temporada más de fútbol de nuestro Real Madrid. Pero parece que el club no está dispuesto a vivir otro calvario en la portería. Es más que evidente la división del madridismo entre los que prefieren a Diego López y los que prefieren a Iker Casillas. El club lo tiene claro, es una situación insostenible y uno de los dos debe salir en detrimento de la llegada del tan esperado Keylor Navas. Pero parece que ninguno esté dispuesto a ello.


Estos últimos días he sido testigo de una nueva oleada de “opiniones” de algunos periodistas. Concretamente me ha llamado la atención el artículo de la periodista del diario AS, Carmen Colino. Esta mujer nunca ha escondido su absoluta idolatría por Iker Casillas durante la etapa anterior y posterior a José Mourinho y así lo hace ver cada vez que tiene la oportunidad. Veamos con que nos sorprende:



Duras palabras por parte de la periodista. Más bien parece que esté hablando el propio Iker Casillas a través de ella, cosa que no es descartable, ya que es una práctica habitual en nuestro querido capitán y es sabida la buena relación que mantienen ambos. Si esto es así, estamos asistiendo a una clara declaración de intenciones de Iker Casillas mediante esta serie de “amenazas” al club. No solo le tienen que decir que se vaya para que él mueva un dedo, si no que él quiere elegir donde se va y, por supuesto, cobrando todo lo que le reste de contrato. (Gente como Zinedine Zidane o el propio José Mourinho perdonaron su sueldo antes de marcharse. Otros como Raúl o el propio Iker parece que no. ¿Madridismo?).

Iker Casillas en la boda de Carmen Colino

Si yo fuera Florentino Pérez, lo primero que hago es llamar a Iker Casillas y decirle que se va a quedar hasta que se le termine el contrato, pero en la grada. NADIE está por encima del club. Iker Casillas ya hace tiempo que ha pasado la delgada línea que separa la dignidad de la repugnancia. ¿Acaso el club va a permitir que un jugador se dedique a amenazar utilizando a sus amigos periodistas como medio de expresión? ¿Acaso se cree Iker Casillas más importante que el Real Madrid? No es la primera ni será la última amenaza que nos brinda el portero madridista. Espero que en las oficinas del Bernabéu ya no se dude de que quien debe salir no es precisamente Diego López, un hombre que a lo único que se ha dedicado desde que volvió al Real Madrid es a trabajar y a ganarse el puesto sin levantar la voz y no a llorar por las esquinas sobre lo injusta que es la vida con él.

Mi apuesta es clara: Keylor Navas y Diego López.


Por último, agradecer al señor Ramón Calderón por la “genial” idea que tuvo de los contratos vitalicios. Otra gran gestión durante su nefasto mandato.

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